Por Gustavo Montenegro Cardona

“Para los periodistas, la palabra verdad significa fidelidad a los hechos sobre los que se informa. Las del periodista son las verdades humildes de los hechos de cada día”.
Javier Darío Restrepo

En la emisión de Noticias Caracol del jueves 21 de abril de 2022 la nota internacional generada “En Vivo” desde España anunciaba, en primera medida, que Hugo Armando Carvajal, conocido como el ‘Pollo’, había declarado en contra del candidato presidencial Gustavo Petro por presunta financiación de sus campañas políticas con recursos del gobierno venezolano.

Por las diferencias horarias y la construcción editorial se sugiere que la nota estaba elaborada sin la correspondiente verificación. Incluso, hay quienes afirman, desde el conocimiento de la forma de producción que se tiene en este tipo de medios, que se pudo tener a mano un par de notas: una en la que se anunciaba el desarrollo de la diligencia y otra sin la confirmación del proceso judicial. Esto devela la carpintería de los noticieros, el uso de los falsos directos, la producción de información sin los correspondientes filtros y el afán de la inmoral “chiva” periodística.

se sugiere que la nota estaba elaborada sin la correspondiente verificación. Incluso, hay quienes afirman que se pudo tener a mano un par de notas: una en la que se anunciaba el desarrollo de la diligencia y otra sin la confirmación del proceso judicial, lo que devela la carpintería de los noticieros, el uso de los falsos directos, la producción de información sin los correspondientes filtros y el afán de la inmoral “chiva” periodística

La diligencia a la que hacía alusión la noticia se habría realizado ante la Magistrada de la Corte Suprema de Justicia Cristina Lombana, autorizada por la Audiencia Nacional de España para interrogar al exdirector de Inteligencia de Venezuela, hombre de confianza de Hugo Chávez y uno de sus colaboradores más cercanos. Tras un largo periplo fue apresado en España y quedó a la espera de que lo extraditaran a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por narcotráfico.

En la salida al aire, la corresponsal afirmó que la diligencia se realizó ante la Magistrada, un fiscal y el abogado del candidato en cuestión. El hecho noticioso corroboró como cierta la información brindada días antes por Carvajal, en la que mencionó que el chavismo había auspiciado campañas políticas, incluida la de Gustavo Petro. Sin embargo, casi una hora después, en un horario con menos audiencia, las presentadoras del noticiero debieron proceder a la correspondiente rectificación de la noticia, pues por aclaración de los apoderados de Gustavo Petro, se conoció que la diligencia no se desarrolló, que la misma se pospuso para el viernes 22 de abril y que, por tanto, la información entregada minutos antes era falsa.

Posteriormente, el 22 de abril, hacia las 7:20 de la noche, el Director de Noticias Caracol, Juan Roberto Vargas, publicó un video y un comunicado para referirse al hecho. El periodista manifestó:

“desde Noticias Caracol ofrecemos excusas a todos nuestros televidentes y a las personas afectadas con esta información errónea. Este hecho, excepcional en nuestras coberturas diarias, nos lleva a redoblar esfuerzos en el control de la información que les compartimos, antes de ser emitida, para seguir garantizando la veracidad y transparencia que nos caracteriza”.

Al respecto, llama la atención que el medio se excuse con su audiencia y “con las personas afectadas” por el «error» informativo, pero en ningún momento se menciona con nombre propio a Gustavo Petro, el real afectado por la falsa noticia.

Entre tanto, en la diligencia del viernes 22 el ‘Pollo Carvajal’ no se pronunció contra Petro y la noticia no tuvo el mismo despliegue. Ahora se menciona que el exjefe de inteligencia de Venezuela no quiere colaborar. De esa manera, lo anunciado en octubre de 2021 en donde se menciona la injerencia de los dineros del régimen de Maduro a la campaña de Colombia Humana solamente es un supuesto sin testigos, ni pruebas, ni declaraciones. Eso sí, con un ingrediente adicional que expone la periodista María Jimena Duzán en su columna Petro, “el sindicado”, donde devela el perfil de la Magistrada Lombana, así como el manejo dado al asunto por parte de quien, por lo leído, no es garantía de un proceso neutral.

Como si no fuera suficiente, rueda ahora otra noticia en la que se afirma que “tras la visita del Candidato Presidencial, Gustavo Petro, a la Cárcel de la Picota, el INPEC ordenó y realizó una inspección en el pabellón sur de esta penitenciaría”. Con más de 42 mil tweets, el tema se convirtió en tendencia bajo el numeral #FalsoPositivoCaracol. El argumento colectivo es simple: Gustavo Petro no ingresó a la Picota. Otro asunto es el debate generado por la visita de su hermano al centro carcelario.

Los hechos en suma nos provocan varias preguntas:

  • Medios como Noticias Caracol ¿están tomando partido en la contienda electoral?
  • ¿Por qué en el comunicado de Juan Roberto Vargas no hay mención directa a Gustavo Petro, principal afectado con la noticia falsa?
  • ¿Estamos ante una seguidilla de «errores» o hay una búsqueda sistemática de información destinada a enlodar la candidatura de Gustavo Petro?
  • ¿Cómo se están comportando los medios de comunicación en el debate electoral?
  • ¿Hay una relación evidente entre algunas campañas y los medios tradicionales de Colombia?
  • ¿Cómo establecer distancia entre el contenido informativo y los intereses electorales de los dueños de los medios de comunicación?
  • Si Noticias Caracol logró la rectificación y hasta las excusas públicas, ¿por qué medios como El Colombiano mantuvieron titular y contenido con la información inicial que resultó falsa?

Por ahora, podemos constatar que somos testigos de la presencia del modelo de democracia mediática y mediatizada originada por la arrolladora manera en que la tecnología, la privatización y concentración de medios de comunicación se abrieron un lugar en el mundo para quedarse. Asistimos, como nunca, ante una hegemonía absoluta de estos medios en la vida cotidiana de la ciudadanía colombiana.

Los medios conocen su poder de influencia. La televisión, vista por aire, por cable, por circuitos digitales o a través de dispositivos móviles conoce bien su tarea de marcar ritmo, agenda, temáticas y contenidos que se discuten en lo público. La política depende ahora más que nunca de los medios y, sobre todo, de la televisión.

La televisión, según Giovanni Sartori, “produce imágenes y anula conceptos, atrofiando nuestra capacidad de abstracción y entendimiento”. Al igual que sucede en todas las sociedades desarrolladas, la televisión es realmente el único medio universal, en el sentido de que, en mayor o menor medida, la práctica totalidad de la sociedad tiene un contacto diario con él. Esto lo saben los medios, los periodistas, los editores, y por supuesto, los políticos. El discurso, la narrativa informativa, el relato noticioso que circula en época electoral está atravesado por serias intenciones políticas. El poder de un titular tiene efectos directos en las decisiones de los electores. Una noticia falsa que se pone en circulación, conociendo los efectos que esta puede tener en la audiencia y en las candidaturas, es un insumo que impacta de manera directa en el debate electoral. Así, la información se convierte en desinformación.

Hoy, en tiempos de posverdad, de imágenes que están por encima de los discursos, de infamias que se imponen sobre los argumentos, de fake news y del devastador marketing, los medios tradicionales, los emporios comunicativos y las alianzas entre propietarios y políticos, contribuyen a debilitar un ya de por sí frágil debate electoral.

Foto: Joshua Miranda @ Pexels


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