Por Edwin García
Esta nota intenta aportar algunas ideas iniciales para el análisis de la propuesta de Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026 “Colombia, Potencia Mundial de Vida”, incluyendo el documento denominado “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026”, el cual hace parte integral del mismo. Se sugieren aquí ideas transversales, tal vez esenciales, o elementos a tener en cuenta a la hora de reflexionar sobre la propuesta de PND. Lógicamente, este esbozo no es tan pretencioso como para procurar agotar todas las temáticas y aspectos de un documento diseñado para guiar la acción de cuatro años de gobierno.
ASPECTOS ORIENTADORES
Transición y verdaderos alcances del PND
La propuesta de PND 2022–2026 debe reconocerse como inicio de una transición; de hecho, debe servir de fundamentación para caracterizar al actual gobierno como de transición hacia la «paz total». Este planteamiento y caracterización nos ayudan a ubicar los verdaderos alcances del PND y del gobierno actual, para ser mesurados a la hora de exigir transformaciones y cambios que sobrepasan las posibilidades reales en el momento y contexto actual.
Si se quiere, esta caracterización nos recuerda que es el primer gobierno progresista y alternativo que existe en Colombia, el cual debe sobreponerse a décadas de neoliberalismo. Igualmente, nos sirve para tener en cuenta que el acceso al gobierno (quizás aun no al poder) fue posible a través de alianzas y acuerdos con sectores apenas liberales, otros incluso oportunistas y hasta corruptos, con los cuales habrá que lidiar y mantener neutralizados para poder avanzar en esa transición. No es tarea fácil, requiere talento político y liderazgo, más allá de la crítica visceral y dogmática.
Concepciones integrales
La propuesta de PND está planteada sobre concepciones integrales, queriendo superar de ese modo las viejas concepciones que aíslan los componentes de los fenómenos sociales, políticos, económicos y culturales, lo que implicaba una visión sesgada de los mismos y limitada de sus posibles soluciones. Será necesario tener en cuenta este precepto de integralidad de los fenómenos para hacer una lectura apropiada del PND y, lo que es más, será prerrequisito entender esta nueva concepción para poder materializar los objetivos del gobierno desde las diferentes instancias e instituciones.
Planificación
Todos los escenarios y proyecciones del PND requerirán una bien pensada y efectiva planificación. Este aspecto adquiere una importancia trascendental. La adecuada planificación en todos los ámbitos de la función estatal requerirá, a su vez, una estrecha coordinación de esfuerzos de las instituciones e instancias del estado y de estas con los actores privados, así como una juiciosa evaluación periódica de los alcances, metas y dificultades de la planificación y su ejecución.
Concepción de paz
La paz es asumida como política de estado y concebida de manera integral, superando la visión inane que predominó durante décadas, la cual concebía la paz como el mero silenciamiento de los fusiles. En ese sentido, la paz está estrechamente relacionada con la superación de la desigualdad e injusticia social, dentro de lo cual la democracia ocupa el lugar de eje transversal. Desde este momento, la propuesta de PND rompe viejos esquemas conceptuales. Es ya un aporte, por lo menos, simbólico.
Todo esto representará un cambio cultural en Colombia, que requerirá el concurso efectivo de las instituciones públicas, el ámbito privado y la sociedad en su conjunto.
Regiones de paz, diálogos y planes regionales
Desde las bases del PND viene, como importante novedad (por cuanto se hace desde el estado), el reconocimiento de la existencia de para-estados en las regiones, los cuales dirimen conflictos y pretenden atender las necesidades básicas de la población. Asimismo, reconoce la existencia de actores políticos armados y diferentes dinámicas de la guerra en las regiones, lo que representa un importante avance frente a las concepciones retrogradas y “simplistas” de gobiernos anteriores que prácticamente negaron la existencia del conflicto armado y sus complejas dinámicas.
A partir del reconocimiento de estas realidades, en dirección de construir la paz total, se proyecta la constitución de regiones de paz, así como la necesidad de diálogos regionales que atiendan la diversidad de dinámicas de la guerra, las cuales deben ser superadas en parte por planes regionales que se coordinen con modelos de desarrollo supramunicipales que fortalezcan los vínculos urbano-rurales, se concatenen con los PDET y el PND en un todo armónico.
Papel fundamental del estado
El PND reclamará un papel fundamental del estado en todos los ámbitos de la vida nacional, para lo que se debe superar el viejo sofisma neoliberal que pretende contraponer la acción del estado a la de los actores privados, llevada al extremo de suponer que la acción activa del estado va en detrimento de la participación de la iniciativa privada.
El papel activo del estado requerirá mayor intervención en los asuntos que le atañen, mayor eficiencia y una proyección estratégica en los aspectos sensibles de la dinámica social, económica y cultural.
Presupuesto por programas estratégicos
La propuesta de PND se concibió estructurado sobre el concepto de “Transformaciones” y presupuestos por programas estratégicos, lo cual, de ser aprobado, rompería la metodología y forma legal estipulada para los planes de desarrollo basados en programas sectoriales. De este modo, el próximo PND 2022-2026 apuntaría a un enfoque intersectorial desde la ya señalada concepción integral de la administración pública, a partir de una perspectiva amplia de los fenómenos. Esto superaría la lógica anquilosada que ha predominado, apuntando a la modernización del aparato estatal.
Estos presupuestos por programas estratégicos seguramente requerirán el perfeccionamiento de la planificación, aspecto que ya fue mencionado arriba.
Aumento de la inversión pública
El papel fundamental del estado en los diversos ámbitos requiere aumentar la inversión pública para liderar efectivamente la economía.
Incremento de la tributación
Desde luego, aumentar la inversión pública implica, a su vez, incrementar y hacer más efectiva la tributación, para lo cual se procura asegurar y materializar los impuestos al suelo, relacionado también con la efectividad de los impuestos a los procesos urbanísticos que tienen que ver con derechos de edificabilidad, valorización, etc.
Alianza estratégica público-privada
En la misma dirección de lo anterior, el PND apunta desde sus bases a una estrecha y estratégica relación público-privada, orientada a la mayor generación de riquezas que también traiga consigo una distribución adecuada de las mismas, teniendo en cuenta los postulados de la transformación de las estructuras productivas de la mano con la protección ambiental y cuidado del planeta.
Concurrencia en el gasto
La alianza público-privada parte de la concurrencia en el gasto (con liderazgo del estado) para la sostenibilidad y viabilidad financiera, a través de aspectos como la armonización del Presupuesto General de la Nación y el Sistema General de Participación, el Sistema General de Regalías y los recursos de municipios y departamentos. Esto debe estar orientado también a la necesaria concreción de recursos, evitando con ello la dispersión del gasto.
APUNTES FINALES
Profundización de los preceptos de la Constitución de 1991
La propuesta de PND está diseñada para profundizar los preceptos constitucionales plasmados en la Carta de 1991. Responde al espíritu filosófico y de nuevo derecho constitucional inspirador de nuestra Constitución: es extensión de la misma, puesta en el contexto y ante las exigencias actuales.
Ajustes institucionales
La puesta en marcha del PND requerirá un debate sobre la necesidad de aplicar ajustes institucionales, lo que de una vez plantea la necesidad de debatir acerca de un nuevo ordenamiento territorial y estructuras administrativas del estado, reviviendo, por ejemplo, la nunca aplicada regionalización que contempla la Constitución de 1991.
Este debate no se debe soslayar, mas bien, con una robusta argumentación filosófica, sociológica, cultural, de administración pública y derecho comparado, se debe proponer de modo que podamos ir esbozando una nueva concepción del estado que atienda mejor los requerimientos de un nuevo momento político nacional e internacional, sobre la base de principios como la agilidad de la gestión pública, articulación institucional, planeación estratégica, evaluación de los planes, eficiencia, superación de la corrupción, democracia participativa y fiscalización desde las bases sociales, integración latinoamericana, entre otros.
Nuevos liderazgos regionales y nacionales
La nueva concepción del estado a que invita esta propuesta de PND, basada, como se ha dicho suficientemente, en una concepción integral de la administración pública y los fenómenos sociales, políticos, económicos y culturales, debe contar con una dirigencia (en todos los niveles) con la suficiente lealtad al proyecto de transformación y con las claridades políticas necesarias, de modo que entienda cabalmente el proyecto y sus planteamientos estratégicos.
En este sentido, todo lo aquí analizado sobre el PND se relaciona estrechamente con la agenda política y electoral a corto, mediano y largo plazo.
Pedagogía sobre el PND
Las exigencias de la agenda política y electoral suponen la necesaria pedagogía sobre el PND, de tal suerte que las ciudadanías entiendan y defiendan, a través de la movilización social masiva, las urnas y el debate político, ideológico y cultural, este proyecto de paz y democracia. Urge plantear un plan de pedagogía sobre el PND (que incluya la reforma a la salud, laboral y pensional), surgido desde las regiones y extendido a todo el país, con el concurso de la academia, la intelectualidad y todos los sectores comprometidos con la transformación del país.
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