Por Camilo Parra & Wladimir Uscátegui
La escena es ya harto conocida: estudiantes entusiastas (cada vez menos) que salen a protestar a las calles, policías atentos a responder a la menor provocación (muchas veces provocando ellos mismos), gentes curiosas e indiferentes apostadas a un lado y otro de las calles y una hormigonera de personas que por culpa del colapso vehicular llegaron tarde al trabajo, a las citas médicas, a las ventanillas donde cobran su miserable pensión de jubilados… Leer más