Comunicación crítica para tiempos críticos

Etiqueta: Estado (página 1 de 1)

Un amasijo hecho vida común

Por César Junca R.

No todos vemos ni vivimos en el mismo país. Mientras unos seguimos construyendo un país donde la vida y la justicia social sean horizonte necesario, otros andan con angustia, terror e incertidumbre porque la guerra finaliza y sus ventajas se ponen en cuestión. Mientras el país puede hacerse para y con las mayorías, la minoría está difundiendo sus temores como necesidad democrática. En las últimas ediciones de la revista Semana hemos leído la preocupación del «país político» de que se rompa la división de poderes que conforman su Estado, la alerta sobre un Gobierno que busca imponer un «régimen dictatorial» y atacar a su democracia. Analistas dicen una y otra vez que «las instituciones, todas, quedan en alerta y deben defender la institucionalidad y la democracia» cada vez que «su majestad» arremete.

Leer más

Un nuevo espíritu constitucional y legal en Colombia

Por Edwin García

En Colombia los problemas pretenden resolverse con la expedición de leyes, incluyendo las más estúpidas e inservibles. Esta conducta parte de una concepción idealista (ateniéndonos al significado amplio de esta corriente filosófica) que antepone la idea, en este caso la ley, a las realidades concretas; es decir, se pretende encuadrar forzosamente las realidades sociales, políticas y económicas en una “idea-ley”, con lo cual se cree resolver los diversos asuntos: ¡si la realidad no encuadra en la ley, peor para la realidad!

Leer más

El Estado imaginario (II)

Por David Paredes

Cuando un portavoz del gobierno nacional habla en nombre de “los colombianos” ¿incluye en esa categoría a sus detractores, a excombatientes, a presos políticos, a miembros de grupos guerrilleros y, en general, a disidentes de toda laya? No lo hace. El Ministro de Defensa o la Vicepresidenta dicen “los colombianos”, pero hablan en nombre de sus copartidarios y sus electores, que por ser muchos no llegan a ser equivalentes a la categoría “nación”. Tampoco llegan a serlo las miles de personas que siguen un partido de la selección colombiana de fútbol, pero el narrador del partido dice “toda Colombia unida para alentar a este onceno de gladiadores”. En estas exageraciones hay una confusión ontológica no sólo entre un sector y la totalidad de la población sino entre la realidad y la ficción.

Leer más

El Estado imaginario (I)

Por David Paredes

Mientras lee un libro, el personaje hace lo posible por disimular el sobresalto que le producen fragmentos como este: “…su brazo rodeó a Julia. Al instante, ella pidió que se lo quitara, cosa a la que él accedió de inmediato, sonriente”. El lector, un hombre adulto, toma de manera literal el contenido de la historia y cree que está ante la “clara referencia a una especie no humana, extraterrestre […] una raza de seres capaces de quitarse partes de su anatomía a voluntad”. En torno a la confusión de este lector se desenvuelve el argumento del cuento “Algunas peculiaridades de los ojos”, del escritor norteamericano Philip Dick.

Por lo general, quien ve una película o lee una novela de ficción no sopesa la veracidad de las circunstancias y los sucesos, pues sabe que se trata de una ilusión creada y se presta para creer deliberadamente en ella. John Searle explicó el asunto con precisión: “el autor finge que hace una afirmación verdadera. Nosotros aceptamos el pacto ficcional y fingimos que lo que nos cuenta ha sucedido de verdad”. El pacto ficcional, ese acuerdo tácito entre emisor y receptor, puede ser quebrantado en, al menos, dos situaciones: cuando el receptor se niega a suspender la incredulidad y cuando la suspende del todo. El segundo caso corresponde al mal que padece el personaje del cuento de Dick, un lector capaz de comprender el contenido de la historia pero incapaz de percibir que se trata de una obra de ficción.

Leer más