Por Julián Rosas
La importancia de los hombres en la crianza de sus hijo/as ha sido un tema de discusión en la sociedad. A pesar de los avances en materia de igualdad de género, todavía existen barreras que dificultan la participación activa de los hombres en el cuidado y la crianza. Un claro ejemplo de esto fue la reciente no aprobación del aumento a 12 semanas en la licencia de paternidad en el país, aumento que venía en la Reforma laboral que se hundió en el Congreso por falta de quórum.
Según los datos más recientes de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo, realizada por el DANE con resultados de 2020 a 2021, se observa una disparidad en la participación de los hombres en las tareas de cuidado directo del hogar. Únicamente el 1,2% de los hombres se involucran en tareas como bañar, vestir, dormir o ayudar a hacerlo, en comparación con el 14% de las mujeres. Esta baja participación se puede explicar porque solo tenemos dos semanas de licencia remunerada por paternidad, estipuladas en la Ley 2114 de 2021.
La encuesta revela la existencia de una brecha significativa en la participación de los hombres en el hogar en diversas áreas. Por ejemplo, en términos de cuidado directo de los menores de 5 años, solo el 7,6% de los hombres juegan con ellos/as, mientras que el porcentaje correspondiente de mujeres es del 12,1%. En cuanto al cuidado físico de las personas del hogar, solo el 2,8% de los hombres se involucran, mientras que las mujeres representan el 16,3%. Asimismo, en la tarea de suministrar alimentos, los hombres contribuyen con el 32,1%, mientras que las mujeres asumen el 79,1%. Estos datos destacan la importancia de promover una distribución equitativa de las responsabilidades del hogar, fomentando la participación activa de los hombres en tareas de cuidado, mantenimiento y limpieza para lograr una mayor corresponsabilidad en el hogar.
Para cerrar un poco esta brecha de desigualdad, era importante el aumento a 12 semanas en la licencia de paternidad. Con estas nuevas semanas no tendríamos excusa para ejercer una paternidad activa, la cual significa estar presentes y comprometidos en la crianza y cuidado de nuestros hijos/as, brindar apoyo emocional, participar en las tareas domésticas y de crianza. Pasar de simples espectadores a padres comprometidos. Cabe aclarar que el aumento de dos semanas a 12 semanas en la licencia de paternidad no garantiza un mayor compromiso en la crianza pero si abría una oportunidad de cambio.
Ejercer una paternidad activa trae beneficios tanto para los padres como para los/as hijos/as y la pareja conyugal. Según la Iniciativa Spotlight y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en su informe sobre la paternidad activa, los padres que practican la paternidad activa experimentan una mayor satisfacción y bienestar emocional, lo que contribuye a fortalecer su conexión emocional con sus hijos/as. Esto se traduce a su vez en el establecimiento de relaciones más cercanas y afectivas, lo cual favorece el adecuado desarrollo emocional, social y cognitivo.
A pesar de los beneficios que implica ejercer una paternidad activa, también existen retos y obstáculos que impiden que la misma sea llevada a cabo por los hombres. Estos desafíos incluyen estereotipos de género que dictan cómo debemos ser y sentir en sociedad, reafirmando la idea de feminidad o masculinidad. Por ejemplo, se espera que los hombres estén en el espacio público donde se toman las decisiones políticas, sociales y económicas, mientras que a las mujeres se les asigna el espacio privado donde se lleva a cabo el trabajo doméstico y de crianza. También existen presiones culturales y sociales que desincentivan la implicación del hombre en las tareas de cuidado infantil, así como barreras en el ámbito laboral que dificultan la conciliación entre el trabajo y la familia, como horarios flexibles y permisos de trabajo para ejercer actividades relacionadas con el cuidado.
La no aprobación del aumento de la licencia de paternidad a 12 semanas en Colombia es una oportunidad perdida que buscaba fomentar la igualdad de género en la crianza y el cuidado de los hijos/as. Esta medida hubiera permitido a los hombres estar presentes en los momentos más importantes de la vida de sus hijos, estableciendo un vínculo afectivo desde los primeros días. Además, hubiera brindado a las madres el apoyo y el descanso necesarios durante el proceso de recuperación posparto.
Foto de Iulia Mihailov en Unsplash
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